El informe de la Autoridad Nacional de Servicio Civil (Servir) compara este índice con las brechas salariales que existen en el sector privado formal, que es de 21%, un indicativo que representa más del doble que en el Estado.
El documento, que presenta la entidad con ocasión del Día Internacional de la Mujer que se conmemora hoy, indica que la diferencia de haberes en el aparato público tiende a ser menor en las ocupaciones que exigen un mayor nivel de calificación y conforme se incrementa el nivel educativo.
La brecha, por ejemplo, es mayor entre los que ocupan puestos auxiliares, mientras que empieza a bajar entre las servidoras que desempeñan puestos profesionales, son funcionarias o figuran en las carreras especiales o el grupo de técnicos, precisa la investigación.
Del mismo modo, muestra que existe una mayor presencia de empleadas en algunos sectores de la administración pública en el 2020. “Existe una sobrerrepresentación de las servidoras en los sectores asociados al cuidado, tales como Mujer (72%), Salud (66%) y Educación (57%) principalmente, y mayor paridad en el sector de Desarrollo e Inclusión social (51%)”, detalla.
Estos resultados, agrega, son similares por ámbitos de gobierno, ya que tanto en la instancia nacional para el sector Educación (56%) y Salud (67%); como la regional en Educación (56%) y Salud (66%), se evidencia una mayor presencia de mujeres en sectores en los que el rol que se les atribuye socialmente está relacionado al cuidado por considerarse que tienen habilidades innatas.
Jefas de hogar
El informe de Servir resalta el incremento del número de mujeres jefas de hogar que laboran en la administración pública (27%) versus el sector privado formal (22%). En el período 2004-2020, esa participación se incrementó en 10 puntos porcentuales en el aparato público, similar al sector privado formal, anota.
El estudio analiza, además, cómo se aplicaron las diferentes modalidades de trabajo en los ámbitos público y privado durante el estado de emergencia nacional por la pandemia del covid-19. Tras consultar a más de 260,000 servidores, de los cuales 48% eran mujeres, se evidenció que el trabajo remoto es la única modalidad en la predomina la participación de las mujeres (53%).
Sin embargo, aclara que la factibilidad de trabajar desde casa varía en función de la instancia de gobierno, debido a las grandes brechas en las condiciones previas necesarias para cumplir las labores a distancia.
Así, indica, se observa que las mujeres que trabajan en entidades públicas pertenecientes al gobierno nacional pudieron acceder mayoritariamente a laborar de manera remota (44%) y solo el 27% de ellas tuvo que efectuar labores presenciales.
“Esta situación cambia en los gobiernos regionales y locales, donde predomina la labor presencial; sin embargo, a nivel local 6 de cada 10 mujeres se han visto en la necesidad de acudir de manera presencial a sus centros de trabajo, mientras que, en el caso de los hombres, 4 de cada 10 realizaron trabajo presencial”, refiere el documento.
Remoto
El informe revela que, en mayor proporción, las mujeres prefieren el trabajo remoto respecto a los varones. Si bien la modalidad de trabajo mixto es la que cuenta con mayor preferencia para ambos sexos, se observa que un 41% de damas prefiere trabajar exclusivamente desde casa, mientras que esta modalidad ha sido elegida solo por el 29% de los hombres. Asimismo, indica que solo 1 de cada 10 mujeres optaría por regresar a trabajar de manera presencial.
Además, de cada 10 mujeres 4 afirman que el trabajo remoto le permitió destinar parte de su tiempo a desarrollar otras actividades de índole personal. Las servidoras más jóvenes son las que tuvieron mayor posibilidad de gestionar su tiempo durante el trabajo no presencial y que, conforme incrementa el rango etario, disminuye esa posibilidad.
El análisis precisa que 10 departamentos del Perú alcanzaron la paridad de género en el ámbito laboral del sector público. Junín lidera con un 56.8% de participación femenina; seguido de Huánuco (53.6%), La Libertad (53.4%), Piura (51.4%), Huancavelica (51.4%.), Lima (50.7%), Callao (50.7%), Tacna (49.7%), Arequipa (48.3), y Cajamarca (48.25%).
Sin embargo, igualmente muestra que en las jurisdicciones de Cusco (38.9%), San Martín (39.4%), Moquegua (41.7%) y Ucayali (41.7%) persiste la brecha, pues solo 3 o 4 de cada 10 servidores públicos son mujeres.
Instancias de gobierno
El estudio ‘La Mujer en el Servicio Civil Peruano 2022’ señala que en el 2020 las damas tuvieron una similar participación con respecto al año anterior, pues 5 de cada 10 servidores públicos son mujeres, mientras que en el ámbito privado formal solo 3 de cada 10 son trabajadoras.
Así, esta participación se incrementó solo en 1 punto porcentual respecto al año anterior y 5 puntos porcentuales en el periodo 2004-2020. “El crecimiento promedio anual fue de 2.1%, alcanzando así en el 2020 el 48%, mientras que los hombres experimentaron un crecimiento anual de 0.8%”, agrega.
“Según el nivel de gobierno, las servidoras muestran mayor presencia en entidades regionales (57%), seguidas por entidades nacionales (47%) y locales (32%)”, anota.
La información disponible (OCDE 2020) señala que en América Latina y el Caribe la presencia de la mujer en la administración pública se mantuvo estable en el periodo 2011-2018, presentando porcentajes similares al 51%, mientras que en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos-OCDE alcanza el 60% (OECD, 2020).